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¿Para que se utilizan las aguas residuales?

Ante el crecimiento demográfico y los efectos del cambio climático, se originó una escasez cada vez mayor de las aguas dulces en el mundo. Ante ello se ha dado lugar al uso creciente de aguas residuales destinadas a la agricultura, la acuicultura, la recarga de aguas subterráneas y otras áreas.

 

Hoy, la reutilización de estas aguas ya se ha vuelto una práctica habitual en la mayoría de los países desarrollados. En la actualidad, las aguas residuales ya forman parte del ciclo hidrológico y se consideran un recurso hídrico alternativo que debe ser tenido en cuenta. Uno de los principales beneficios de este proceso es que se evita el vertido de aguas contaminantes para el mar o a los cauces fluviales y se actúa directamente en una mejor gestión del medio ambiente.

 

La reutilización para riego

 

Esto debido a que el agua para riego requiere un nivel menos estricto de calidad esto en consecuencia que el nivel de depuración no es tan elevado.

 

La reutilización de aguas residuales en el riego contribuye con múltiples ventajas, destacando entre ellas una menor inversión en aguas de otras procedencias sin perder calidad en el proceso de riego.

 

 

¿Con qué agua se puede regar?

 

Los criterios más importantes para establecer la calidad del agua para riego se refieren sobre todo al contenido microbiológico ya que la presencia de ciertas bacterias y virus puede plantear problemas higiénico-sanitarios, sobre todo por transmisión de enfermedades infectocontagiosas. Los factores a tener en cuenta son: materia o sólidos en suspensión, materia orgánica biodegradable, elementos nutritivos, pH, metales pesados, microorganismos patógenos, sustancias orgánicas estables o refractarias al proceso de tratamiento, sustancias inorgánicas disueltas y cloro residual.

 

La reutilización en recarga artificial

 

La recarga artificial de acuíferos es otro de los usos más frecuentes en la reutilización de aguas residuales. Dicha reutilización supone una depuración final para el agua residual previamente tratada con métodos convencionales, sobre todo si se utilizan sistemas de superficie que utilizan la capacidad depuradora de la zona no saturada para disminuir la carga contaminante del agua tratada.

 

El tratamiento previo del agua es muy importante ya que ayuda a reducir la acumulación de sedimentos (colmatación) en las tuberías, mejora la calidad físico-químico del agua y así evitar la formación de sustancias toxicas. Por ello el grado de tratamiento debe de ser lo más elevado posible y así obtener agua de una calidad aceptable para consumo humano, sea cual sea su posterior uso.

 

Para tener un panorama sobre cuál es la tendencia actual, destacar que uno de los métodos de recarga artificial con aguas residuales más utilizado está basado en la infiltración a través del terreno de importantes volúmenes de agua, por tanto, se puede considerar como una técnica de evacuación de aguas residuales. Este sistema es conocido como SAT (soil-aquifer treatment) y con él se trata de utilizar el filtro natural que supone la zona no saturada, y, en algunos casos, la saturada, como un sistema de depuración avanzado.

 

Usos para las aguas regeneradas

 

Las aguas regeneradas se utilizan para usos urbanos, agrícolas, industriales, recreativos y ambientales. El agua residual antes de su reutilización se somete a un tratamiento de regeneración para alcanzar los niveles de calidad ambiental y sanitaria necesarios para el uso que se destina. Por otro lado, se prohíben determinados usos que presentan riesgos para la salud humana y el medio ambiente.

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